Los cielos del norte de Chile están considerados como los mejores del mundo para hacer astronomía. Cada vez son más los chilenos y extranjeros que visitan las distintas instalaciones para la observación de los cielos durante la última década.
Gran número de observatorios astronómicos destinados a la investigación se han construido en el norte de Chile (Segunda, Tercera y Cuarta Región) a partir de los años ’60. A mediados de los ’90, un estudio realizado por científicos europeos pertenecientes a la European Southern Observatory (ESO) determinó construir un nuevo y sofisticado observatorio, esta vez en el Norte Grande (Segunda Región), para fines altamente científicos y que determinarán y develarán cuantiosos misterios en el espacio. El lugar escogido fue Cerro Paranal, cuyo observatorio del mismo nombre es considerado el más grande del mundo.
En Cerro Paranal también se construye el E-ELT, centro astronómico sin precedentes por ser el observatorio óptico de mayor envergadura a nivel mundial.
En la Segunda Región de Antofagasta también se emplaza el rediotelescopio más grande del mundo llamado ALMA (Atacama Large Millimeter Array)
Para el año 2020 se espera que Chile tenga el 60% de la observación astronómica a nivel mundial.
Tres son las instituciones establecidas en Chile para la investigación astronómica, siendo el país que posee la más alta concentración instrumental para dichos fines. Estas instituciones son: Asociation of Universities for the Research in Astronomy (AURA), European Southern Observatory (ESO) y la Carnagie Institution.
¿Y en cuánto a un observatorio para el turismo, qué?
Fue a finales de los ‘90, con la creación del Observatorio Comunal de Mamalluca en 1998 para ser más precisos, al interior de Vicuña, que se enfoca exclusivamente para el turismo, ya que el auge de este nuevo concepto turístico tiene gran notoriedad en la zona, por lo cual su objetivo es difundir y desarrollar este turismo y dar un impulso a la denominada “cultura de los cielos” con programas avanzados de observación nocturna.
Para dar una mayor profundidad a los turistas antes que lleguen a la Región de Coquimbo, específicamente a sus valles interiores, queremos que sepan el por qué se han elegido los cielos chilenos para difundir el Turismo Astronómico. He aquí 4 razones:
a-Gran número de noches al año con los cielos despejados
b-Un clima especialmente seco (la humedad es enemiga de la observación astronómica).
c-Cielos sin contaminación atmosférica.
d-Estabilidad atmosférica, vale decir, zonas donde hay muy pocas turbulencias.
En la Cuarta Región se ha implementado un sistema bastante novedoso y que otorga al turista la posibilidad de acercarse al espacio, observar detenidamente las estrellas y planetas que circundan nuestra galaxia. Consciente de ello y del tremendo potencial que representa los cielos de Elqui, diversas entidades de la comuna de Vicuña, encabezada por la Ilustre Municipalidad, tuvieron la idea de crear un observatorio astronómico abierto al público. Este es el Mamalluca. Pero en los últimos años, nuevos proyectos se unieron a la impulsada por Mamalluca, permitiendo la apertura de nuevos centros astronómicos con dedicación al turismo con un gran proceso de expansión y crecimiento.
La Región de Antofagasta tambien posee observatorios turísticos tales como el Observatorio Paniri Caur de Chiu Chiu, Observatorio Ahlarkapin ubicado en San Pedro de Atacama, entre otros.
Con menos noches despejadas al año en la Región Metropolitana se han desarrollado algunas iniciativas de interés astroturístico como por ejemplo el Observatorio Astronómico Andino localizado camino a Farellones.